Los jubilados marchan una vez más al Congreso, pero esta vez no lo hacen solos: hoy los acompañan hinchas de equipos de fútbol, que decidieron darle su apoyo ante constante represión que sufren cada miércoles cuando reclaman por la recomposición de sus haberes y la mejora de sus condiciones de vida. El Gobierno militarizó la zona aledaña al Parlamento y sumó nuevas intimidaciones a quienes anunciaron su intención de sumarse a la protesta.
Los jubilados llevarán una vez más sus reclamos al Congreso. Como cada miércoles pedirán la recomposición de sus haberes jubilatorios, la restitución de la cobertura de medicamentos y la renovación de la moratoria previsional, que vence a fines de mes.
A la par de la publicación del decreto que endurece las condiciones del derecho de admisión de los hinchas fútbol a los estadios, el Gobierno decidió implementar un fuerte operativo de custodia en el Congreso, donde las fuerzas de seguridad reprimen a los jubilados cada miércoles.
A la colocación de vallas para limitar los movimientos de los manifestantes, se suma la llegada de efectivos para controlar la zona.
A las habituales intimidaciones que hace ante cada protesta advirtiendo sobre la aplicación del protocolo antipiquetes el Gobierno, agregó un nuevo elemento a su menú a horas de la marcha de jubilados en el Congreso, a la que se sumarán esta tarde una veintena de hinchadas de fútbol: sumó nuevas causas para aplicar el derecho de admisión en las canchas, entre ellas “conductas violentas” que afecten “el tránsito vehicular o el orden público”.
Los jubilados se manifiestan cada miércoles frente al Congreso a las 17. A partir de la iniciativa de hinchas de Chacarita de acompañarlos en su protesta, las hinchadas de los otros clubes empezaron a sumarse y hoy se espera una manifestación mucho más grande que las habituales de cada semana, que suelen terminar con represión a los adultos mayores que reclaman vivir mejor.